Se la
regalaron a Lupe, de chiquita, pero el apartamento era pequeño para sus ansias de
libertad. Así que me la traje a Tranqueras en su jaula. Creció junto con Orión.
De carácter muy nervioso, siempre tensa. Cuando tuvo sus crías, durante el
primer mes las cambió cinco veces de lugar, apenas sospechaba que las estábamos
mirando demasiado. Una súper madre. Parecía una tigra enfrentado a cualquier
perro que se arrimara a sus hijos mientras jugaban en la vereda. Gran cazadora,
les daba verdaderas lecciones de caza. Nos pasábamos largos ratos observando
sus estrategias de enseñanza. Muy independiente. Había que darle la comida
aparte porque con los otros gatos no se mezclaba. Pero durante el verano,
cuando venía Lupe se instalaba en su cama y de allí no se movía. Su memoria
afectiva le recordaba que esa era su dueña.
Se murió hoy. Todo fue muy rápido.
No sabemos si tenía alguna enfermedad oculta que nosotros no sabíamos o si la
envenenaron.Durante la madrugada la acompañamos con Lupe en su agonía.
Tenemos varios gatos y muchos
pensarán que uno más o menos no importa pero cada uno es especial en su
carácter y es único. Nos quedan tres de sus hijos (Antifaz, Princesa y
Llovizna) y dos nietos (Corbata y Duque). Adiós Fiona! Que tengas un buen coto
de caza y galletas de esas que tanto te gustaba robarme. Te extrañaremos.