"Vivirían en una casita a las afueras de alguna ciudad de la que nunca hubieran oído hablar(...) o en una aldea remota de callejuelas estrechas y sin asfaltar, pero bordeada de toda clase de plantas y arbustos. Habría un sendero que conduciría a un prado donde jugarían los niños, o quizá un camino de grava que los llevaría hasta un lago azul de aguas cristalinas, lleno de truchas y con juncos asomando a la superficie. Tendrían ovejas y gallinas, amasarían el pan juntas y enseñarían a leer a los niños. Forjarían juntos una vida nueva, pacífica y solitaria, y se librarían de la pesada carga que durante tanto tiempo habían tenido que soportar"(1)
Acostumbrados a nuestra cultura de tener y acaparar, este deseo de vida tal vez pueda parecer demasiado sencillo, pero cuando has sufrido física y espiritualmente, cuando has soportado una vida impuesta, cuando han humillado tu alma y quebrado tus dientes a golpes, cuando te has visto obligada a mirar a través de una burka y te han dicho que no vales nada, sabes exactamente lo que necesitas para ser feliz y vivir en paz.
Escrito por Khaled Hosseini, Mil soles espléndidos, cuenta la vida de dos mujeres afganas, Mariam y Laila en las que se reflejan los distintos momentos de su convulsionado país.
(1) HOSSEINI, Khaled. Mil soles espléndidos.2007.Salamandra, Barcelona pág.325