Pintura perteneciente a Juan de Borgoña. Imagen tomada de olivaresdejucar.blogspot.com
jueves, 24 de diciembre de 2009
ABRE TU PUERTA
martes, 22 de diciembre de 2009
Navidad
lunes, 21 de diciembre de 2009
sábado, 19 de diciembre de 2009
Lotería Navideña
http://morochasimple.blogspot.com
http://elalmacendetelas.blogspot.com/
http://tejerykoser.blogspot.com/
http://www.planetaceleste.com.ar/
http://bastelidee.blogspot.com/
Para saber como funciona hay que entrar el sitio de Carlos, Alas de Plomo.
jueves, 17 de diciembre de 2009
Bodas de madera
Mariquitas en acción
miércoles, 16 de diciembre de 2009
martes, 15 de diciembre de 2009
Aunque no nieve...
Tutorial Papá Noel
lunes, 14 de diciembre de 2009
Links para Navidad
http://hagayvenda.blogspot.com/
http://rinconderina.blogspot.com/
http://mundo-rossi.blogspot.com/
sábado, 12 de diciembre de 2009
ATENCIÓN !!!!
Quitapenas sarubobos, Sarubobos quitapenas
Estoy segura de que estos personajes andaban buscando a alguien que sintiera gran placer haciendo muñecos y me encontraron, porque fue amor a primera lectura y así comencé a crearlos. Los hice de varios materiales y formas hasta que hace poco me enteré que las abuelas japonesas cosían unos muñequitos llamados sarubobos para que además de servir de juguetes para las niñas fueran como un escudo para apartarlasde las cosas negativas, para ayudarles con un buen matrimonio y un feliz parto.
Es una cosa extraordinaria ver como las mujeres siempre nos hemos preocupado por alejar lo negativo de nuestros seres queridos y cuán parecidos somos los humanos a pesar de las distintas culturas y las distancias. En este momento mis quitapenas tienen la forma de los sarubobos, los he juntado para regalar a mis amigas/os.
lunes, 7 de diciembre de 2009
Improvisando bajo la lluvia
martes, 1 de diciembre de 2009
Tutorial
lunes, 30 de noviembre de 2009
Gato y zapato
sábado, 28 de noviembre de 2009
Cine y brujas
jueves, 26 de noviembre de 2009
Cosita Linda
martes, 24 de noviembre de 2009
lunes, 23 de noviembre de 2009
Tota
El miércoles 18 de noviembre nos dejó la abuela Tota. Además de la tristeza nos queda el agradecimiento. Por haberla tenido, porque fue siempre una presencia en la vida de los hijos, los nietos, los biznietos. Siempre atenta a lo que pasaba en su familia, con una llamada telefónica, con una oración, con un regalo. Su casa, su corazón, siempre estuvieron prontos para recibir a la familia, a los amigos, a los amigos de los hijos, a los amigos de los nietos. En su mesa generosa nunca faltó un plato de comida para quien se arrimara a la hora del almuerzo. Y nos hizo reír con sus dichos tan especiales. ¿Qué tuvo defectos? ¿Quién no? Como dijo Martí, el sol nos da luz. El sol tiene manchas. Los agradecidos ven la luz, los desagradecidos ven solo las manchas.
Tota, Dios te cuide.
domingo, 15 de noviembre de 2009
Al pan, pan.
A mí me gusta poner "las manos en la masa" y ver la fuente llena de pan. Siempre repito que poder compartir el pan con mi familia y mis amigos tiene, para mí, un sentido muy especial
Estos fueron hechos a pedido del niño, para compartir con sus compañeros de trabajo. Unos llevan ajo incorporado a la masa y los otros tienen cebolla ( de verdad, nada de sabor a) Con dos tipos de relleno, salamín, panceta y muzarella y los otros con jamón, aceitunas y queso tipo fontina. Todo muy dietético y saludable. Me está prohibido comerlos.
El armario del pan
Como era su costumbre, iba Dios dando un paseo por la tierra de los hombres. Y como siempre, pocos eran los que le reconocían. Aquel día, pasó por delante de una chabola donde estaba llorando un niño. Se paró y llamó a la puerta. Salió una mujer con cara enfermiza y dijo:
viernes, 13 de noviembre de 2009
Libros
Hay libros que te resultan extraordinarios, atrapantes, mucho suspenso, no puedes dejarlos hasta terminar. Pero luego, nada. Lo comentas, lo recomiendas a tus amigos, pero son libros de una sola lectura. No es este el caso. Vagabundo y errante, subtitulado Peripecias de Pedro P. Pereira, de Mario Delgado Aparaín, editado por Banda Oriental este año, presenta nueve relatos enlazadas por la presencia del Conde de Caraguatá (Pedropé para los amigos), sabio, confidente, buen catador de vinos, amigo (iba a escribir buen amigo, pero el sustantivo contiene al adjetivo, los falsos amigos no existen, son solo falsos) que aparece en muchas posturas: protagonista, narrador, testigo. Un libro que parece muy inocente. Parece. Con el toque justo de humor. Donde se mueven personajes dispares: embajadores, una descendiente del mismísimo Zar, un marqués, una diva de cabaret, un suicida, un traidor, un mozo planchador poeta por nombrar algunos.
Un libro donde la mirada se detiene en escenarios misteriosos, como un patio en ruinas alumbrado por la luna, donde los gatos, el fuego, el vino, las lentejas, Cervantes, la amistad y el amor crean un momento perfecto. O en detalles traídos por el zoom como los zapatos del Conde de Caraguatá, sus botas amarillas o los buñuelos de banana con canela que iluminan y perfuman una pieza de pensión.
Y todo eso cabe entre la Ciudad Vieja y el Parque de los Aliados. Aunque hay otros espacios profundos hacia donde fluyen los relatos, se desenvuelven, se despliegan, mundos dentro de otros mundos generados por un toque mágico y por qué no, poético
Como los libros remiten a nuestras vivencias, cuando “El gigantesco astur retiró la olla del fuego y la dejó reposar a su lado para que se enfriase un tanto, pues detestaba las comidas hirvientes” (1) enseguida recordé a un pariente “de yapa”, el tío Daud quien hacía unos guisos de arroz fabulosos con el agregado de duraznos verdes, guisos de un sabor que nunca volví a probar. El tío se tomaba su tiempo y nadie lograba que se apurara con la comida. Cuando los hambrientos veíamos que retiraba la olla del fuego nos acercábamos como leones pero el cocinero decía: “Ahora tiene que reposar diez minutos” y se paraba a la puerta de la cocina con armadura y lanza a defender su olla. Terminado el tiempo se apartaba: “Ahora pueden servir” Y esperaba los elogios que siempre llegaban. El sabor inigualable de sus guisos hacía que olvidáramos los diez minutos de odio que le habíamos dedicado.
Aclaro que parientes “de yapa” son los que adquieres sin buscarlos cuando te casas. Aquel de quien te enamoraste suele traer más “cola” que un cometa. Y en el paquete viene de todo. Pero esto es para otro momento.
(1) Delgado Aparaín, Mario. Vagabundo y errante, Peripecias de Pedro P. Pereira. 2009. Montevideo: Banda Oriental. P. 19