Foto tomada de aquí
Foto tomada de aquí
Las crocheteras siempre me sorprenden con las maravillas que pueden hacer con lanas, hilos y un aguja con ganchito. Estas casitas me recuerdan un cuento de Graciela Montes, La casa más abrigada del mundo, en que un Sr llamado Macedonio Castro aprendió a tejer. Después de tejerse medias y abrigo para sus orejas y nariz, (porque era un friolento) capa para el perro, cubretetera, cubrecama, cubrevelador, cubrecocina, cubreheladera, cubreárboles, macedonio tejió un cubrecasa con muchos colores y un agujero chiquito para el timbre.Un lindo cuento y muy abrigado.
1 comentario:
guauuuuu!!!! que lindo!!!, abuelita, entre tu cuentito y ver estas casitas tejidas, "quiero ser pequeña"!!!!, gracias por subir esta información, no las habia visto.
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