martes, 22 de mayo de 2012

Mayo. Mes del Libro. Día 22


“…un día mientras ojeaba un libro, la palabra “ratón” le pareció entera y de inmediato adquirió sentido. Miró la palabra y la imagen de un ratón gris se estampó en su cabeza. Siguió leyendo y cuando entrevió la palabra “caballo”, oyó los golpes de sus cascos en el suelo y vio el sol resplandecer en sus crines. La palabra “corriendo” la golpeó de repente, y ella empezó a jadear, como si de verdad hubiese estado corriendo. La barrera entre el sonido de cada letra y el sentido de una palabra entera se había caído. Ahora, con un simple vistazo, la palabra impresa le revelaba su sentido. Leyó rápidamente unas páginas y estuvo a punto de desmayarse por la emoción. Quería gritarlo al mundo entero: ¡Sabía leer! ¡Sabía leer!”(1)

(1) SMITH, BETTY (2008) Un árbol crece en Brooklyn. Argentina.Lumen.pág 172 



"Quien no haya pasado nunca tardes entera delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído sobre la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado...



Quien nunca haya leído en secreto o a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito...



Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida les parecería vacía y sin sentido...



Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podría comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces."(1)

(1) ENDE,Michael. La historia interminable.1983.Círculo de Lectores. Barcelona. pág.12



 Este cuento se llama El ingrediente secreto y es de Pamela Archanco. Lo encontré en http://www.imaginaria.com.ar. Me gustó lo del ingrediente secreto porque no es taaan secreto y es el mismo que usan las mamás cuando preparan nuestra comida, y el mismo que agregan las maestras/os cuando planifican su clase, el que no nos puede faltar para preparar nuestros trabajos y para la vida misma. Como debe ser. Aquí va el cuento:


Ronaldo Corazón de Caldo era un famoso caballero.
Famoso por ser valiente y justo.
Famoso por ser bueno y generoso.
Famoso por sus increíbles acciones.
Y famoso por su extraño nombre… ¿”Corazón de Caldo”? ¿Sería porque su corazón hervía apasionado? Nadie podía asegurarlo. Como tampoco nadie sabía de dónde su fuerza provenía. ¿Tendría algo que ver el caldo que todas las mañanas le daba la princesa Violeta, la más bella y dulce de todas las princesas?
Sus enemigos habían intentado descubrir inútilmente qué contenía…
Hubo uno entre todos ellos, el malvado caballero Trifón, que estaba dispuesto a todo con tal de averiguarlo. Un día, tomó prisionera a la hermosa Violeta y la encerró en la torre más alta de su alto castillo.
—Si no preparas el caldo, jamás volverás a ver a Ronaldo —la amenazó despiadado.
—¡Ay de mí! —se lamentó la princesa—. ¿Qué otra cosa puedo hacer sino obedecer?
—¿Qué ingredientes necesitas? —le preguntó Trifón.
—Buen alimento para el cuerpo y el corazón: agua cristalina del arroyo azul, papas y batatas de la tierra negra, zanahorias tiernas, cebollas lloronas, zapallo en calabaza, acelga con olor a verde y apios crujientes —respondió muy segura ella.
—¡Qué asco! —dijo él resignado.
Cada mañana, Violeta preparaba el caldo como siempre lo hacía, pero ningún efecto producía en Trifón cuando él lo bebía.
—¡Me engañas! —gritaba enfurecido—. ¡Acá hay caldo escondido!
Una tarde, Ronaldo se presentó a rescatar a Violeta. La batalla fue terrible. Lucharon a caballo y con lanzas. A pie y con espadas. Cuerpo a cuerpo y con cucharón. Y no importaba la forma o el arma, Ronaldo era tan buen competidor que siempre resultaba vencedor.
Finalmente, maltrecho por la pelea y aburrido de tomar tanto caldo sin ningún resultado, Trifón, el malvado, emprendió la retirada y la princesa fue liberada.
¿Cuál era el ingrediente secreto que volvía tan especial el caldo para Ronaldo?
El amor que ponía Violeta al prepararlo.


Como me gustó mucho el cuento, busqué otro de la misma autora. Lo encontré aquí

Tobías investiga  
Desde muy pequeño, Tobías mostró un gran interés por la ciencia.
Cuando todavía usaba la sillita alta para comer, se propuso descubrir qué objetos llegaban más rápido al piso: ¿el plato o la cuchara?; ¿los sólidos o el líquido?
Más adelante, estudió qué ocurría con el agua mientras aspiraba o soplaba en la bombilla del sorbito.
Apenas empezó a gatear, pudo experimentar más. Así descubrió cuántas migas de pan pueden ocupar el interior de una cerradura o qué objetos pasan sin dificultad por la rejilla del lavadero. También comprobó que los autitos no se deslizan mejor si han sido enfriados en la heladera o recubiertos con crema de manos. Además, dejó planteado un enigma para la Ciencia: por qué todo objeto que iba a parar debajo del mueble del comedor desaparecía para siempre.
Cuando comenzó a hablar, comprendió que los adultos no podían dar una buena respuesta a la mayoría de sus preguntas: “¿Por qué no puedo respirar bajo el agua?”; “¿Un hielo se derrite más lentamente en una copa que en el sillón?”, “¿Qué se quema más rápido en el fuego de la hornalla: la espumadera o el repasador?”.
“Ni se te ocurra intentarlo”, le respondían sus padres.
Al empezar la escuela, comenzó a anotar los resultados de sus investigaciones.
En esa época, escribió algunos principios fundamentales, como:
a-Todo objeto que entra no siempre sale del lugar en donde se lo ha metido.
b- Es muy difícil colocar nuevamente en su frasco un líquido que se ha volcado.
c- El vidrio pierde su transparencia si se apoyan muchas veces las manos en él.
d- No es posible ver a través de algo opaco hasta que se hace un agujero.
Desde pequeño aplicó su método de trabajo: primero, observar (especialmente que ningún adulto estuviera cerca); luego, experimentar (para poner a prueba todo lo que le decían que no se podía hacer) y por último, sacar una conclusión (en muchos casos, ésta coincidía con lo que ya le habían avisado los grandes).
Gracias a este método, pudo enunciar estas leyes:
I- El agua corre la tinta de lapicera y ya no puede leerse bien (así ocurrió con la tarea de matemática de Delfina, su hermana mayor).
II- El quita esmalte remueve otro tipo de tintas (por ejemplo, los dibujos del jarrón de cerámica de su abuela Felisa).
III- La lavandina destiñe los colores (es el caso de la blusa azul de la tía Chola).
El último informe en su cuaderno presenta las instrucciones para hacer una prueba con jabón. Allí podemos leer:
Materiales: bañera, jabón en polvo, agua caliente.
Procedimiento: vaciar el paquete de jabón en polvo en la bañera. Luego, abrir el agua caliente y permitir la salida del agua en forma continua.
Resultados: se obtiene una masa espumosa que desborda la bañera, se desliza por la cerámica del baño, el parquet del pasillo, y la alfombra del comedor hasta llegar al palier del departamento.
Efectos secundarios: los paseos son suspendidos por un mes.
En la actualidad, Tobías se encuentra totalmente dedicado al estudio de los usos y transformaciones del chicle.










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