El pan y la belleza Cristina Villanueva
¿Hablamos de la belleza, de la educación, de
la violencia, de las relaciones entre todo esto?
La violencia social tiene que ver no sólo con
la pobreza, sino también con la soledad y la masificación, donde se pierde la
palabra, el contacto sanador con la naturaleza, las raíces. Por eso, a igual
grado de necesidades, la violencia es
mucho más terrible en los centros urbanos, donde no solo falta el alimento: hay
ausencia del pan simbólico, la conversación. En muchos lugares pobres en dinero
con una gran riqueza cultural, con diversidad de mitos, leyendas e historias,
es mucho menor la violencia que, por otra parte, no es patrimonio de ninguna
clase social.
La agresión se ejerce contra los que tienen
menos fuerza: mujeres, niños, desarmados. Implica no poder anteponer un espacio
reflexivo. La palabra siempre es una pausa entre la pulsión y el acto.
La escuela tiene un papel muy importante en
la formación de los niños. Debería cobijar, por lo tanto, cualquier forma de
transmitir saberes que no fuera burocrática, que viniera de la misma boca de
los expertos. En el aula se podría contar todo: cuentos, recetas de cocina; no
lecciones, sí vida contada.
En Villa Gesell, escuché una charla sobre
pájaros. El disertante hablaba con tanta pasión... Contó la visita a las
escuelas y el desafío a los niños que tienen la costumbre de matarlos. Habló de
las cualidades que se necesitan para estudiarlos y contemplarlos, mucho mayores
que las que se requieren para destruirlos. Es verdad que cuanto más se conoce,
es más difícil dañar.
La gran tarea será, entonces, contar para
alejar la violencia, para acercar la belleza, que es un patrimonio de todos.
Poner la vida en una escala de dignidad; que cada uno pueda sentir el orgullo
de ser lo que es, sin la violencia de la discriminación ni la del desprecio. La
vida social necesita de la comunicación, del diálogo, de un lugar para todos.
Recuperemos el hilo narrativo que une el pasado con el futuro, el pan y la
belleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario