jueves, 5 de agosto de 2010

Julio y Agosto

Despedimos a Julio con los ñoquis del 29. Yo solía hacerlos de sémola y me quedaban bien ricos pero desde que mi esposo consiguió la receta y se introdujo en la cocina a hacer los de papa, never more los hice. Porque los de él son de- li- cio- sos.
Se pueden elaborar con distinta materia prima. Aprendí a hacerlos de acelga o espinacas con Don Oriol. Él les llamaba “ñoquis a la cucharita” porque se preparaba una masa que se iba colocando en la olla conteniendo agua hirviendo, en pequeñas porciones que se tomaban con una cucharita. Su sabor está asociado a mi época de estudiante del interior viviendo en la capital con bastante estrechez. Débora los hace con zanahorias, de un gusto especial.
Su nombre deriva del italiano gnocchi que significa pelotitas o grumos y son reconocidos como una tradición italiana, pero es uno de los exquisitos platos que se lograron gracias a la amplia lista de alimentos que América aportó al resto del mundo.
Es muy interesante conocer la lista de relatos que explican el origen de los ñoquis del 29. Será para otro día.
Recibimos a Agosto con la continuidad del frío frío, frío.
Agosto es el mes del emperador. Era el sexto mes en el calendario juliano, el Sextil, pero como los poderosos tienen siempre quien los alabe y halague ( ¿Serà por eso que hay quien persigue tanto el poder? ¿Serà sólo por las alabanzas?) el senado de Roma, en el año 23 A. C. lo destacó con el nombre de Augustum y para distinguirlo aún más le agregó un día. ¿Dónde consiguió un día sobrante? No sobraba en ningún lado así que … zas! Un mordisco a febrero lo dejó con 28 días (pobrecito febrero). Con las reformas del calendario gregoriano Agosto pasó de sexto a octavo mes.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Completitos tus ñoquis...
Si los tuyos solo virtuales, por que los materiales son mas ricos los del papo. Completos por ricos y por mucha gente en la mesa... Mónica con vergüenza por que Juan se come tres platos, vergüenza que no la detiene para comerse dos platos ella, obvio que con vino casero de Víctor Hugo, y mucho queso rallado para mi... y la abuela Tota que nos hacia poner moneditas abajo del plato; y en años atrás (muchos años atrás) los hacia ella y nos hacia pasarlos por el tenedor pa dejarles una vueltita… y los extendía en la mesa del corredor, con mucha harina…
Y mi amiga Mara que no quería comer los de zanahoria por que no le gustaban, “pero alguna vez probaste?”, “no” … igual siempre vuelve a la mesa y come lo tengamos , y en cuanto la niña empiece a comer como ser humano creo que vamos a tener que poner un lugar mas en la mesa …

Abuela Creativa dijo...

Lo mejor de todo es lo de mucha gente en la mesa y en cuanto a la niña, espero tenerla pronto comiendo comida de verdad aunque por suerte, ahí está Zully para ocinarle.

Abuela Creativa dijo...

Lo mejor de todo es lo de mucha gente en la mesa y en cuanto a la niña, espero tenerla pronto comiendo comida de verdad aunque por suerte, ahí está Zully para ocinarle.