lunes, 9 de noviembre de 2009

Hablando de muros...

En el 2007, Editorial Salamandra edita en Barcelona esta obra de John Boyle, El niño con el pijama de rayas. Si vinieras de otro planeta, si no supieras nada, nada de nada de nuestra historia y pudieras leer este libro, seguramente que a medida que progresaras en la lectura, una saeta iría clavándose en tu corazón igual que a mí. Pero como los lectores somos de este planeta vamos rellenando el libro con el horror que sabemos y que Bruno ignora. El libro dice al final sobre lo que no va a ocurrir más. Agrego que hay cosas que nunca deberían haber ocurrido. En el post anterior ya hablé de muros y alambradas. Sobran las palabras.

4 comentarios:

Anny Meng dijo...

Ese libro para mi es la mas pura visión de la inocencia, es tan doloroso solo imaginar una experiencia como esa, a esa edad y a cualquier otra.Y hablando de descaso hay que recordar todos los genocídios ocurridos y ocurriendo en ese planeta...y nosotros a veces solo nos damos cuenta sin la debida proporción. Recomiendo la lectura de la LLAVE DE SARAH, de Tatyana de Rosney...bellisimo..pero no menos doloroso...despues me cuenta..feliz semana..besos

Anónimo dijo...

Lo de la inocencia es tal cual como lo dice Anny, es increíble como el autor se limita a presentar la visión de los niños, cada uno ve a su manera la realidad que les toca, lo que aporta el dolor y angustia es nuestra lectura, desde donde estamos y con toda la información que tenemos de lo que ocurrió.
Ese libro es una belleza, pase varios meses sin animarme a leerlo por que sabia de que trataba, pero esta tan bien escrito, te engancha tanto que cuando empecé a leerlo no pude parar de leer.
Otra de las cosas que me sorprendió es que es un libro destinado a adolescentes a partir de 12 años...
Débora

Rosa dijo...

he decidido que cada vez que me guste un libro se lo doy a Nelin para leer su comentario, siempre dice lo que a mi no me sale. Este libro lo leyó mi hija de 13 años y quedó muy impactada. Es recomendable para todas las edades y es de los que se disfrutan a pesar de la tragedia. La versión cinematográfica es bastante acertada en especial la actuación de los niños.

Anny Meng dijo...

Lo difícil de todo eso es que la tragédia se está alejando del cotidiano de nuestros jovenes.Yo soy brasileña, nieta de un alemán y un italiano, tengo 47 años.Mi papá nacido en 1923 solo no fué al front porque lo convocaran ya en mediados de 45, entonces hemos pasado la vida oyendo los echos que gente que vivió la época. Nuestros jovenes ya casi no tienen idea de lo que pasó.Considero muy importante que eso no se pierda y tratar de no permitir que se repita.