Regalé lo que me gusta regalar a mí: algo hecho con mis manos, donde pongo mi tiempo, mi conocimiento y mi cariño. Regalé canelones, postre al limón y el cuello que hice con el tunecino aprendido en los cursos de Suentretejidos y la ayuda de mi nueva aguja.
Mi postre al limón es el resultado de la feliz unión del postre de naranja de mi amiga mónica y la torta sAnita de mi tía Ana.Prometo postear las recetas.Este postre se hace batiendo una taza de azúcar con una de leche descremada. Luego se agregan dos tazas de harina y una cucharada grande, de las de sopa, con polvo de hornear. Se bate y se coloca en tortera aceitada y enharinada. Encima se vuelca una mezcla hecha con el jugo de cuatro limones, dos tazas de agua caliente y una de azúcar. Va al horno caliente unos 25 minutos. Batimos un merengue con dos claras a nieve y seis cucharadas de azúcar. Va otra vez al horno unos minutos para que dore el merengue. Se sirve frío o tibio, dependiendo del gusto. Debajo de la torta se forma una crema que es lo que da el toque especial al postre.
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De origen italiano, claro,¡ si es pasta! Pero con salsa heredada de los franceses. Bechamel, que a la uruguaya se transforma en salsa blanca. No son los originales, estos están hechos con crepes que para nosotros son panqueques. Y que no me diga el flautista mágico que mujeres eran las de antes como lo hizo cuando vió los escones. Porque parece que yo fuera más vieja que Matusalén. A propósito, estoy elaborando una reflexión sobre el asunto.
De origen italiano, claro,¡ si es pasta! Pero con salsa heredada de los franceses. Bechamel, que a la uruguaya se transforma en salsa blanca. No son los originales, estos están hechos con crepes que para nosotros son panqueques. Y que no me diga el flautista mágico que mujeres eran las de antes como lo hizo cuando vió los escones. Porque parece que yo fuera más vieja que Matusalén. A propósito, estoy elaborando una reflexión sobre el asunto.
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