Ayer, con la ceremonia inaugural comenzó la fiesta del fútbol en Sudáfrica. La prensa destaca la alegría, el color, la música, el bullicio. Pero Sudáfrica es mucho más que vuvuzelas, tarjeta postal o safari fotográfico. Es un pueblo con una gran diversidad cultural: racial, religiosa, linguística. Un pueblo que desde el Australopithecus africanus se fue modelando con distintas etnias. Y desde otro continente llegaron en 1487 los portugueses, en 1652 los holandeses, los británicos desde 1797.
La codicia por el oro y los diamantes hizo que se enfrentaran aquí británicos y bóers (ni el oro ni los diamantes les pertenecían a los bandos enfrentados) Aquí la estupidez humana parió al monstruo denominado apartheid. Aquí un hombre, Nelson Mandela, estuvo preso 27 años por defender sus sueños y los de sus hermanos. Este es un pueblo que trabaja tenazmente para luchar contra sus desigualdades, su pobreza, sus flagelos en materia de salud.
Desde nuestra hermandad de tierra -América y Africa estuvieron unidas hace mucho mucho tiempo- y de sangre -¿cuántos de nosotros, debido a ese otro monstruo llamado esclavitud, tenemos un negro navegando en nuestras venas, como dice Nicolás Guillén?- yo me pongo de pie y te celebro, África.
Que este mundial sea la oportunidad para conocerte mejor, hermana Africa.
3 comentarios:
Nelin, te aplaudo!!!! Decís todo y con pocas palabras, las justas.
Salud Africa
Ta Rosa, vos por que no tuviste que vivir 24 horas al día con esta elocuencia, hasta pa darnos la sopa nos inculcaba sus conocimientos.
Igual como digo yo, mi mamá sabe mas que google.
Porque no quería tomar la sopa.
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