"Quien no haya pasado nunca tardes entera delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído sobre la cara,leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado...
Quien nunca haya leído en secreto o a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Maá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito...
Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañia la vida les parecería vacía y sin sentido...
Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podría comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces."(1)
Este libro lo terminé de leer a la luz de una linterna porque estaba acostada, se me quemó la luz de la portátil y no podía esperar al otro día para terminarlo. También confieso que a veces me embarga cierta ¿nostalgia? por no saber que pasó con Frodo y los elfos cuando partieron.
Así que entiendo perfectamente a Bastián Baltasar Bux.
Seguramente muchos habrán visto la película que se hizo sobre el libro y les gustó, igual que a mí, pero... si leen la obra ya no les va a gustar tanto.
(1) ENDE, Michael. La historia interminable.1983. Círculo de Lectores. Barcelona. pág.12
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