miércoles, 8 de febrero de 2012

Por Yaguarí

Un glorioso atardecer.



"Dedos de sol
atraviesan la floresta,
y con su toque mágico,
cual Midas milagroso,
la llena de tonalidades
verdes, doradas y amarillas.
Por el contorsionado camino
regresa la vacada,
dejando tras de sí una estela de oro…
Agoniza la tarde entre el silencio de la campiña,
vuelvo mis pasos,
cargo el sol sobre mis espaldas,
y sigo mi sombra,
de regreso a casa…
con la magia en mis pupilas."
Nelson Martínez     tomado de http://www.poemas.net





"Aprovecha este día!
 Pues es la vida, la misma vida de la vida.
En su breve transcurso ocurren
 todas las verdades y realidades de tu existencia:
 la bendición del crecimiento,
la gloria de la acción,
el esplendor de la belleza.
Porque el ayer no es más que un sueño
 y el  mañana es solo una visión.
Pero si vives bien hoy
 harás que el ayer sea un sueño feliz
 y el mañana una visión de esperanza.
Por ello, 
aprovecha bien este día!"
                                                                    (Poema hindú)





 " ¿A dónde el camino irá?"





Podría ser un almohadón en formato corazón que alguien olvidó sobre el pasto. Pero no, es un hongo que surgió después de un chaparrón.



Me gustan las lechuzas. Ya lo he dicho. Fotografiarla no fue fácil. No le gusta posar pero logré algunas con todas las limitaciones de mi pequeña cámara.


LECHUZA

"Sos un bicho infelís. Naides te quiere.
De tuitos laos vivís escurrasada.
Y hasta los mesmos pájaros te juyen
porque tienen a menos tu compaña.

Cierto que con tus ojos amariyos
-que aujerean la noche más toldada-,
con tus patas cuartiadas y macetas
y tu pico dao güelta, sos fierasa.

Cierto qu'en lo sanguanga y desabrida
ni el Juan Grande t'iguala,
y que tu canto es un chiyido sonso
que ni a un gurí de teta li hace gracia.

Pero eso no es pecao. Hay otros pájaros
que son fieros tamién, y que no cantan,
y algunos, como el toldo,
que de haraganes ni pichones sacan.

Y solamente a vos te tienen tirria.
Hasta se ha dao en crer que tráis disgracia,
y que andás en negocios con mandinga
y le chistás, de noche, cuando pasa.

Y no falta quien diga
que a la muerte tamién solés cuartiarla,
y que hay velorio en fija
cuando gritás tres veces enrabadas.

Vos, como si supieras que te odean,
vivís lo más del día acuquinada
en la puerta'e tu cueva, o en un poste,
bombiando con recelo a los que pasan.

Sólo de noche te sentís a gusto,
porque la noche no se fija en fachas,
y a tuitos, pa que no haygan diferiencias,
en el luto'e su poncho los iguala.

¡Qué destino amolao! ¡Sin un delito
y a matreriarle al chumbo condenada!
¡Sólo porque Dios t'hiso fiera y triste
y te negó la cencia'e las calandrias!

Hay hombres como vos. Naides los quiere.
Son como oveja negra en la majada.
Y más pobres que vos, más infelices,
porque pa juirle al mal, ¡carecen de alas!"
Serafín J. García (uruguayo)




"Si hay un avechucho amigo, 

es la pequeña lechuza, 

que si su mirada aguza, 
desde el poste junto al trigo, 
no hay ratón, yo soy testigo, 
que gane en la escaramuza."

Eduardo León de la Barra



Un nido que ya estaba abandonado. Ahí quedó la casita. ¿Se alquilará?






EL HORNERO

La casita del hornero
tiene alcoba y tiene sala.
En la alcoba la hembra instala
justamente el nido entero.

En la sala, muy orondo,
el padre guarda la puerta,
con su camisa entreabierta
sobre su buche redondo.

Lleva siempre un poco viejo
su traje aseado y sencillo,
que, con tanto hacer ladrillo,
se la habrá puesto bermejo.

Elige como un artista
el gajo de un sauce añoso,
o en el poste rumoroso
se vuelve telegrafista.

Allá, si el barro está blando,
canta su gozo sincero.
Yo quisiera ser hornero
y hacer mi choza cantando.

Así le sale bien todo,
y así, en su honrado desvelo,
trabaja mirando al cielo
en el agua de su lodo.

Por fuera la construcción,
como una cabeza crece,
mientras, por dentro, parece
un tosco y buen corazón.

Pues como su casa es centro
de todo amor y destreza,
la saca de su cabeza
y el corazón pone adentro.

La trabaja en paja y barro,
lindamente la trabaja,
que en el barro y en la paja
es arquitecto bizarro.

La casita del hornero
tiene sala y tiene alcoba,
y aunque en ella no hay escoba,
limpia está con todo esmero.

Concluyó el hornero el horno,
y con el último toque,
le deja áspero el revoque
contra el frío y el bochorno.

Ya explora al vuelo el circuito,
ya, cobre la tierra lisa,
con tal fuerza y garbo pisa,
que parece un martillito.

La choza se orea, en tanto,
esperando a su señora,
que elegante y avizora,
llena su humildad de encanto.

Y cuando acaba, jovial,
de arreglarla a su deseo,
le pone con un gorjeo
su vajilla de cristal.

Leopoldo Lugones (argentino)
Encontrado en: http://www.los-poetas.com

Si no hay sauce añoso a mano ni la columna del telégrafo bien cumple su función un poste de piedra.Encontré un poema de Juan Burghi y una leyenda referida al hornero. Aquí dejo ambos textos.


"A ese obrero-poeta del espacio.
quién le enseñó tan sabia geometría,
las leyes de equilibrio y de armonía
para labrar su espléndido palacio?…
Sólo su instinto le sirvió de guía;
y entre el follaje de verdor topacio
lo encargó tan seguro que, al reacio
vendaval, su firmeza desafía.
Cada aporte que hace para el nido,
como gozoso del deber cumplido
en su timbal de plata da el hornero …
Y armonizando el canto con la obra,
en alegrías sus fatigas cobra:
trabajador y artista verdadero."

El hornero (fragmento) de Juan Burghi, encontrado en http://historianatural.wordpress.com

La leyenda del hornero está narrada por Eduardo Simón y la encontré en http://www.xing.com

 LA LEYENDA DEL HORNERO

“Pajarito cuyo nido tiene la forma de un horno de panadero, y del cual deriva su nombre, habita en el sudeste del Brasil, donde se lo llama Joao-Barreiro o forneiro y no se lo caza porque se asegura que este pájaro le enseñó a los indios a construir su morada; en Paraguay donde se lo llama oga-raity o alonso, en Uruguay y en la Argentina. Después de un chaparrón demuestra ruidosamente su alegría, porque puede continuar amasando barro para fabricar su casa, con un canto alegre y tintineante, (aunque no es melódico y difiere de un pájaro a otro), se asemeja a una risa larga y jubilosa. Este señor tradicionalista del frac color avellana, es un gran trabajador y realiza su trabajo con alegría pero descansa el santo día de guardar, realizando su casa con una gran orientación y diseño que le permite protegerse de los temporales y de la invasión de alimañas y otros depredadores. Hace sus nidos junto a las viviendas en la horqueta de un árbol o en la cumbrera de un rancho porque parece gustar de la compañía del hombre.

Una de las leyendas difundidas por la región guaraní señala que Jahé, el hijo de un indio anciano, cierto día en que perseguía a un carpincho, rendido por el cansancio se tendió a descansar en la orilla de un río. Al despertar vio que de las aguas surgía una joven de extraordinaria belleza, quien dirigiéndose a su choza con ligero paso, dejó encendido su corazón de amor. Para aspirar a su mano , Jahé y otros indios fueron envueltos en cueros frescos de animales de la selva. A medida que el sol los contraía iban abandonando varios de los pretendientes, hasta que sólo quedaron dos: Jahé y Aguará. Cuando éste pidió que lo sacaran de su terrible prisión , todos se aprestaron a hacerlo, pero olvidaron por poco tiempo a Jahé. Al volver para declararlo vencedor, vieron que de la enrollada piel que había contenido su cuerpo, escapaba una avecilla que fue a posarse en un árbol cercano. Era Jahé, a quien sus sufrimientos habían transformado en ave. Un ave que hizo su nido con ayuda de paja y barro, y el cual no debe destruirse porque este hecho acarrea una tormenta. La misma leyenda asegura que la muchacha de la cual Jahé estaba enamorado se convirtió también en pájaro y es su fiel compañera...”





Campos amarillos por la sequía que se fueron poniendo verdes después de varios días de lluvia intensa. Hamaca en la baranda para leer y hacer la siesta. Amanecer con canto de pájaros y balido de terneros. Leche recién ordeñada. Muuucho pan casero y tortas fritas que hicimos en el fogón a leña. El asado a la parrilla.Todo eso intercalado con nuestras series favoritas. Caminatas en los ratos que la lluvia amainaba ¿Se puede pedir más?

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