Fuxicos a granel y preciosos botones para los broches.
Las trenzas para iluminar las melenas.
Se fue marzo. Nos dejó el comienzo del año lectivo. Nos dejó el otoño colándose por rendijas, nos introdujo en la Semana Santa, nos dejó el vuelo de las cometas y la certeza de que "el año empieza en serio". Cerró el primer trimestre y 2010 ya es un adolescente. El último día del mes se nos llenó la casa de gente. Hijos, nietos, mucha comida, muchas risas. Mara y Ana Clara se sumaron a un asado hecho en el parrillero en una noche casi casi de verano. Un sol dentro de casa y otro afuera por que hicieron días magníficos, salvo el sábado que estuvo un poquitín gris y amenazando la lluvia que no llegó. Día que aprovechamos para crear, coser, a ritmo acelerado porque los visitantes partían pero había mucho por charlar todavía. El yerno se metió a la cocina y nosotras dale a la aguja, los hilos, los botones... Lupe trenzó unas vinchas para su pelo, Paloma y Déb arremetieron con los fuxicos para hacer broches para la ropa y el pelo, y yo teminé mis conejos.
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