lunes, 24 de marzo de 2014

Gatita abandonada I





Apareció en el barrio. Alguien olvidó aquello de "eres responsable para siempre de lo que domesticas" Soltar un animal es una crueldad y si es tan pequeño, peor: primero porque lo expones al hambre, al frío y todo tipo de sufrimientos. Está condenado a enfermarse y morir. Segundo: estás pasando tu responsabilidad a otra persona. Te has librado de un problema para que otro lo asuma. Eso se llama egoísmo.Tercero: un gato abandonado intentará sobrevivir como su instinto le indique: será un gato ladrón, no recibirá la medicación que corresponda cuando se enferme por lo tanto tendrá parásitos y contraerá varios tipos de enfermedades gatunas, alguna de las cuales puede transmitir al hombre. Nada impide que tengas contacto con heces u otras formas de contaminación. La vida es una cadena de causalidades. El gato (o el perro) que soltaste hoy puede volver en el futuro de otra forma, como un problema muchísimo (uso el superlativo) mayor.
Alguien la recogió pero cuando se dieron cuenta que era gata y no gato la volvieron a soltar. Gata es mala palabra. Pero se la puede castrar o darle anticonceptivos. A cambio tendrás un felino muy prolijo, que aprende rápidamente donde está su arena y no te va a orinar un mueble jamás como lo hacen los machos. Son excelentes cazadoras.
Escuché que maullaba desde la vereda de enfrente. Me asomé y enseguida que me vio cruzó corriendo. "Flaca, fané y descangallada", se instaló en casa.

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