El año pasado apareció en el fondo de casa un gato viejo, de feo aspecto, muy maltrecho, con el pelo deslucido y un horrible ruido en el pecho. Comenzamos a alcanzarle comida y agua pero se mantenía a distancia. Un día mi esposo me dijo:-Miraste bien a ese gato?
-¿Qué tiene?-interrogué yo.
-Tiene que no es gato, es gata y está preñada.
Entonces nos preocupamos más porque estuviera bien alimentada pero se ve que el estrago ya estaba hecho. Una madrugada amanecieron en la puerta de casa dos gatitos recién nacidos, húmedos todavía. La gata desapareció.
Fue imposible salvar a las crías. Durante días conjeturamos: que la gata se murió por ahí, que abandonó a los gatos porque estaban muy débiles para criarse, que, que.
A comienzos de otoño reapareció la señora gata. Le hicimos un apartemento en la leñera con un cajón forrado en polar y cerramos la leñera para que estuviera más protegida por las noches. Le gritábamos -¡Vení! y ella acudía a comer. Fue ganando peso y mejorando de aspecto. También ganó espacio. Pasó a comer adentro junto a nuestros gatos y a dormir junto a la estufa a leña en invierno. Segúía pernoctando en la leñera. De pronto nos dimos cuenta que estaba preñada otra vez pero sin tener idea de su posible parto. A todo esto le quedó el nombre pero cambiamos V por B transformando verbo en nombre propio: Bení.
Ayer estaba sentada a la compu. Bení entró y se subió dos veces a la cama. La corrí las dos veces. A la tercera vez yo estaba muy ocupada y resolví dejarla. Al rato escucho una especie de ¡quic!, me dí vuelta para ver que hacía y oh!: gata con gatito. Quedé paralizada un segundo y luego corrí a buscar un tacho, forrarlo con tela abrigada, colocar madre e hijo, llevarla al galpón para que estuviera tranquila y lejos de los gatos adultos. Poner acolchado en el lavarropas. Al rato fui a verla y ya había parido otro gatito. Es una madraza. Los abandona solo para comer. No le pude sacar una foto a ella porque parece que no le gusta la cámara. Pero ya la verán en algún momento.
Feliz Día de los animales, a cuidar a los que tenemos en casa porque dan mucho sin pedir demasiado. Protección para los que aún viven en libertad pese a todo lo que el hombre ha hecho y hace por depredarlos motivado por la ambición, la moda y algunos llamados deportes y entretenimientos. No quiero ver más animales en los circos, me produce mucha pena y vergüenza ajena.
Los gatos siempre tienen reemplazo, Beni te regaló dos gatos seguro uno toma mucha leche y otro es primero en acomodarse en tu cama. Sara cada vez que paría se me pegaba y yo tenia que acompañarla en esas cuestiones, no hacia nada solo estar con ella.
ResponderEliminarQue bella historia, me hizo acordar de mi compañera Melco, perra de 12 años, aproximadamente.
ResponderEliminarCuando la adoptamos tenía unos días de preñez, y parió 5 hermosos cachorros.
Ella, aún continúa conmigo, velando mi trabajo, en mi taller tiene un tapete, lejos, para no pisarla.
Es una bendición los animalitos..a Veni-Bení, un fuerte abrazo y a tí mi cariño.
Hola Abuela Creativa! no se como llegué hasta aquí y leí esta historia preciosa. Los felicito por como actuaron con este animalito, pienso lo mismo en cuanto a la actitud del hombre, absolutamente repugnante!
ResponderEliminarRuego a Dios que el ser humano tome conciencia, abra su cabeza y corrija el daño que ha hecho a la naturaleza toda: los animales y su hábitat.
Te envío un abrazo grandote y que la vida te retribuya con cosas lindas para ti y tu familia.
Marcela