martes, 14 de junio de 2011

La sopa de la abuela



LOS PUCHEROS


a veces

en las tardes serenas del invierno

cuando me pongo a recordar el tiempo

me acuerdo del tiempo aquel

cuando en mi casa de infancia

los jueves afelpados de lluvia

comíamos puchero
el aire era liviano la cocina oscura

la ventana era chica y el amor era grande

mi madre entonces llegaba con la fuente

jubilando la carne y los chorizos

sus aromas picantes

silencioso el zapallo esplendía

su amarillo sabroso

rozagante la papa y el boniato discreto

con los choclos naranjas

que la gente menuda disputaba riendo

los humildes garbanzos zanahorias pimpantes

los abiertos repollos como rosas de tierra

ahora

a veces

recuerdo

esos pucheros de los jueves de lluvia

durmiendo suavemente

a lo largo del tiempo


Jorge Arbeleche(uruguayo)




No era especialmente los jueves cuando en mi casa comíamos puchero pero pensé que este poema de Jorge Arbeleche vendría muy bien aquí. Yo recuerdo el puchero de la abuela; no era de mi gusto todo lo que mostraba la fuente humeante pero el caldo que resultaba de aquella cocción era magnífico. Con el caldo hirviendo y la fariña (harina de mandioca) el abuelo hacía el pirón. Como siempre quedaba caldo para el otro día, la abuela solía sorprendernos, a veces con el pan del día anteior cortado en cubos y tostado flotando en la sopa o con sus pelotitas verdes. Hacía éstas cocinando acelga, escurriendo y cortando luego. Agregaba huevos, algo de harina, algo de leche e iba dejando caer esta pasta con ayuda de una cucharita en el caldo caliente. Era la única forma en que que yo toleraba la acelga.


Hace unos días en Cocineros argentinos hicieron algo parecido pero sin acelga, entonces recordé la sopa de la abuela y decidí improvisar. La sopa ya estaba lista. Puse en la licuadora una taza de espinacas cocidas y bien escurridas, dos huevos, cuatro cucharadas de harina, dos cucharadas de queso parmesano, un chorro de leche y al final agregué una cucharadita de polvo de hornear. Tiene que quedar una masa espesa. Con una cucharita fui colocando la masa en el caldo y después me senté a saborear un plato de infancia. Pruébenla, usen como base cualquier caldo que tengan, la sopa de ayer o el caldo que congelaron la semana pasada, incluso alguno instantáneo. Ideal para el invierno.

3 comentarios:

  1. Gracias por esta recesta de una rica sopa, perfecta para un día de frio como hoy por estos lados.

    Saluditos

    ResponderEliminar
  2. que rico suena eso... lo provaré algun dia , quizas una tarde de invierno, o quizá mañana.. quien sabe, quien lo sabe... besitos de rosas...*

    ResponderEliminar
  3. ta lo podes hacer el sabado ... y pal domingo los sorrentinos, y de postre el postre de frutilla, y unos buñuelos de banana y canela, saldran? ... y pa la merienda chocote con merengue, y hace mucho que no haces la torta Zingarla (aquella del flan y manzana), y ya que estamos las torrejas con miel , y moniato asado con miel ... no te vayas a olvidar del pan casero, ah ... pueen ser los de papa rellenos de queso? ... ta si me acuerdo de algo mas para que me hagas te aviso, ta ....

    ResponderEliminar

Comentarios