Día de los enamorados - San Valentín

Parece que esta unión del día de San Valentín con los enamorados se asocia a un médico romano convertido al cristianismo que se hizo sacerdote y unía en matrimonio cristiano a los soldados romanos, hecho que estaba prohibido por el emperador Claudio II. Este mártir fue ejecutado un 14 de febrero de 270 D.C.
La celebración fue borrada del calendario eclesiástico en el año 1969 como parte de un intento para eliminar santos de origen posiblemente legendario.
Algunos dicen que esta fecha de febrero coincide con el momento del año en que los pájaros empiezan a emparejarse ( en el otro hemisferio) pero otros sostienen que no, que no es fecha propicia para eso. En un poema que Chaucer escribió para conmemorar el contrato de casamiento de Ricardo de Inglaterra con Ana de Bohemia dice .”…porque esto fue el día de San Valentín/ cuando cada ave vino aquí a elegir su pareja”.
Este contrato se realizó el 2 de mayo cuando se celebra a Valentín de Génova. (¿Mejor fecha para los pajaritos? ¿Más calorcito?) ¡Qué lío! Esto pasa con las leyendas que son de origen popular.

Pero en fin, lo cierto es que se ha fijado esa fecha que viene desde otras costumbres a radicarse por aquí. El comercio contento y nosotros dejamos de hacernos los serios, importantes y austeros y confesamos que nos derretimos por un poema de amor.
En Brasil se festeja el 12 de junio, en Bolivia el 21 de septiembre y en Uruguay se festeja en octubre.
Pero , hay alguien que no viva enamorado? Las personas no solo nos enamoramos de él o ella, sino que nos enamoramos de nuestra profesión, de determinados lugares, de la vida misma, de tantas cosas. Conocí a una monjita que decía :”Hay que enamorarse de Jesús”

Hay tantos amores! Yo conocí a una mujer que sacaba una foto de su billetera y decía:
-Este es mi amor.
Mostraba la foto del esposo.
Luego sacaba otra: -Este también es mi amor.
Y asomaba la foto del hijo.
Después otra foto: -Y este es mi amor platónico.
Y ahí estaba… Antonio Banderas!

Lo cierto es que si nos enamoráramos un poco más de la humanidad, de los demás, del mundo, tal vez viviríamos sin tantos egoísmos, guerras, ambiciones desmedidas, cuidaríamos más nuestro gran nido que es este planeta camino al desastre por la contaminación , la mugre, y el poder detentado por unos pocos en perjuicio de los muchos.

Para los enamorados ( que somos todos) ahí va este clásico de Don Francisco de Quevedo

Amor constante más allá de la muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera

Sombra que me llevare el blanco día,

Y podrá desatar esta alma mía

Hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de esotra parte, en la ribera,

Dejará la memoria, en donde ardía:

Nadar sabe mi llama el agua fría,

Y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,

Venas que humor a tanto fuego han dado,

Medulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;

Serán ceniza, mas tendrá sentido;

Polvo serán, mas polvo enamorado.